Plantar una lechuga…
Durante sus tres meses de crecimiento producirá oxígeno, transformará el dióxido de carbono en azúcares que nos alimentarán. Si es atacada por algún bichito, reaccionará produciendo antioxidantes que cuando los ingiramos actuarán como sustancias anti-cancerígenas.
A lo largo de su efímera vida, protegerá el suelo de la radiación solar y del golpeteo de las gotas de lluvia. Vivificará el suelo, alimentando a los microorganismos con sus secreciones radiculares. Su raíz labrará la tierra, mejorando su estructura. Cuando la cortemos y dejemos la raíz en la tierra, aportará humus estable en su descomposición para seguir estimulando la vida…
Masanobu Fukuoka, el padre de la Agricultura Natural, decía que «Tod@s deberíamos ser Granjer@s de un cuarto de acre». Tod@s deberíamos tener un espacio donde conectarnos con la Tierra, donde cultivar nuestro alimento para que sea nuestra medicina.
Como decía Masanobu en la Revolución de una brizna de paja: «La Agricultura Natural, no es el arte del cultivo de verduras y plantas, sino el arte del cultivo y perfeccionamiento de los seres humanos”. 💚🌍
¡Por un 2025 lleno de cuartos de acre cultivados!!! 🥦🥬🍆🥕🍅🧅🍎🍊🌾🌳🍀